El Complejo Turístico está formado por dos establecimientos hoteleros de larga tradición y gran prestigio.
La casona del Fundo Iloca con más de 150 años de vida, perteneció a Don Agustín Besoain (como nuestra calle principal) desde 1871. Preserva sus muros de adobe originales y el estilo colonial de la época. En el año 1957, Rebeca Saint-Jean Barros (Queca), hija del conocido empresario hotelero de la zona Don Alberto Saint-Jean Barros, adquirió la propiedad para transformarla en restaurant con habitaciones. Años posteriores se anexó al complejo turístico la propiedad aledaña, el antiguo Hotel Curicó, dando vida a lo que se conoce hoy como HOSTERÍA ILOCA. Año a año recibimos turistas interesados en este paraíso mezcla de playa y campo, panorama de toda nuestra costa maulina. Somos una familia con más de 70 años de tradición y prestigio en la zona, y nos sentimos orgullosos día a día de atenderlos.
El complejo se ubica en la falda del cerro, en primera línea frente al mar con vistas completamente despejadas y su tipo de construcción es aterrazada de distintas alturas, llegando a totalizar 5 pisos, cuyos muros de mas de 60 centímetros en la parte antigua, están hechos en material de adobe reforzado con piedra laja.
A un costado de la Iglesia, la Hostería cuenta con una ubicación céntrica, frente al nuevo paseo peatonal “Costanera de Iloca” que permite recorrer a pie, gran parte del balneario y accediendo a los servicios secundarios de la zona.
Historia
Nuestra fundadora Rebeca Saint-Jean Barros (1925-2010)
Además cuenta con acceso exclusivo a la punta del cerro, que además de servir como sendero para el trekking, se transforma en vía de escape inmediata en caso de desastres naturales.
Dentro de sus instalaciones, plantea al usuario la posibilidad de disfrutar del reconocido restauran a la carta, el bar, los juegos infantiles, la piscina y Hot Tub, sus amplias terrazas con vista al mar, tienda de decoración, centro de eventos & convenciones y estacionamiento privado.